Oscuro Claro

Uno de los mayores aciertos que siento que he tenido recientemente ha sido la compra de mi bicicleta Trek DS3, una iniciativa que probablemente va a contribuir a que mi salud gane enteros conforme van pasando los años que inexorablemente conducen a una situación más adversa si no se toman las medidas adecuadas. Y es que tantas horas trabajando sin una vía de escape puede llegar a ser realmente nocivo tanto desde una perspectiva mental como física.

El impacto que el ejercicio en bicicleta tiene sobre el estado de forma general es muy elevado y, en cambio, respeta y cuida muchísimo áreas del cuerpo tan sensibles como son, por ejemplo, las articulaciones.

La práctica de ejercicio es fundamental para conservar un estado de forma adecuado y en una zona que, como Valencia, presenta una geografía y un clima idóneo para la práctica deportiva, sobre todo en invierno, resulta prácticamente imposible renunciar al ejercicio físico a pesar, desgraciadamente, de que todavía desde una perspectiva cultural halla quienes defiendan otros modelos de vida mucho menos saludables pero que representan intereses muy poderosos y con una fuerte tradición.

La bicicleta es un medio de transporte muy eficiente y con la dosis adecuada de apoyo, puede representar una forma más que interesante para contribuir a potenciar aspectos ahora tan en boca de todos como es la sostenibilidad, el cuidado al medio ambiente y, en definitiva, cualquier modelo que represente un estilo de vida de calidad incluida, como no podría ser de otro modo, la tan ansiada salud.

Por otra parte, y como ya he mencionado, representa un ejercicio que no tiene un impacto tan grande sobre las articulaciones como ocurre con la práctica de otros deportes, como el running, por lo que cuando uno busca un tipo de ejercicio completo y poco «peligroso» para las partes del cuerpo que se tornan más sensibles conforme pasan los años, la bicicleta es un recurso más que recomendable.

Desde que practico el ejercicio de la bicicleta mi estado de forma en general ha mejorado y a tenor de los más de 3.486 km que ya he recorrido en más de 181 salidas con mi Trek DS3 parece que la cosa sin duda promete. Ahora sólo falta que mi alimentación vaya en consonancia con este esfuerzo físico y pueda ser capaz de instaurar hábitos saludables en todo lo que ingiero pero eso ya es otro tema que ya abordaré en otra entrada.


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